El Financiamiento Participativo se ha convertido en un enfoque cada vez más popular en el sector de la filantropía. Fenomenal Funds adoptó un enfoque único de financiamiento participativo, creando una oportunidad única para que las fundaciones privadas y los fondos de mujeres se conocieran, aprendan unos de otros y descubran cómo ejercer el mismo poder en un proceso de toma de decisiones.
El Comité de Asesoría, compuesto por cinco fondos de mujeres, dos representantes de fundaciones y unx representante de la Secretaría de Prospera, diseñó y orientó el Laboratorio de Colaboración. Se centraron en la autodeterminación, creando fases de exploración (descubrimiento), co-creación (definición) y finalización (refinamiento). Su proceso incluyó la visión colectiva y el trabajo en pares, culminando en financiamiento no competitivo. Cada grupo de colaboración que desarrolló un plan alineado con los objetivos recibió financiación, promoviendo la solidaridad por encima de la competencia.
El Laboratorio de Colaboración supuso un compromiso continuo entre los fondos de mujeres, lxs facilitadorxs, el Comité de Asesoría, el Comité de Dirección y Fenomenal Funds. Lxs facilitadorxs proporcionaron espacio y retroalimentación, mientras que los fondos de mujeres co-crearon sus visiones y planes, dando retroalimentación en cada fase. Fenomenal Funds ayudó con la coordinación y la documentación. Cuando los fondos de mujeres necesitaron más tiempo, el plazo se amplió de tres semanas a tres meses. Permitieron que los fondos se unieran a un máximo de dos grupos y que continuaran los grupos por debajo del umbral. En última instancia, el Comité de Asesoría recomendó, y el Comité de Dirección aceptó, financiar íntegramente los 13 grupos de colaboración.
A diferencia de las típicas solicitudes de financiamiento, Fenomenal Funds elaboraró y compartió una guía para el plan de colaboración y el proceso de revisión. Este proceso hacía hincapié en el apoyo y la conexión más que en el juicio y la competencia. El Comité de Asesoría planteó preguntas reflexivas, ofreció sugerencias y planteó inquietudes como áreas que debían seguir estudiándose. Los fondos de mujeres tuvieron autonomía para decidir si utilizaban estas aportaciones, cuándo y cómo. Tenían poder de decisión.