Fenomenal Funds es una colaborativa de financiadores feministas que utiliza un modelo de gobernanza compartida y financiamiento participativo para apoyar la capacidad de resiliencia de los fondos de mujeres miembros de la Red Internacional de Fondos de Mujeres Prospera.

2025-05-21

Ser Prácticxs: ¿Qué Aprendimos Acerca del Cuidado Colectivo? 

¿Por Qué Necesitamos Invertir en Cuidado Colectivo?

El objetivo del activismo es crear cambio en los sistemas injustos: desafiar a las personas e instituciones que hieren, hacerles responsables y proponer alternativas. Su trabajo altera el estatus quo. Y es un trabajo difícil. Desafiar a la gente y los sistemas poderosos, a menudo viene con represalias. Las consecuencias, sean personales u organizacionales, pueden ser de inconvenientes a profundamente dolorosas.

El cuidado colectivo(1) ha evolucionado como respuesta a estos desafíos. Es una parte importante del kit de herramientas del activismo: una manera de apoyar los individuos y las organizaciones, que se mantienen comprometidas en crear el cambio a largo plazo. El surgimiento del cuidado colectivo representa, una decisión consciente de intentar aprender del pasado, desarrollar estrategias prácticas para proveer un mejor cuidado y apoyar a las personas a realizar el trabajo duro del activismo. Igualmente, es una inversión pragmática en la eficacia del movimiento, frenando la pérdida de conocimiento y experiencia que ocurre cuando las personas se van, además de apoyar la colectivización del saber y la estrategia a través de las prácticas de cuidado colectivo.
 

Es importante advertirles que el Cuidado Colectivo no es una panacea. A veces la brutalidad del poder que nos violenta es incalculable. Este trabajo necesita basarse en las evaluaciones del movimiento sobre el aumento de las amenazas y desafíos que enfrenta. En algunas instancias, las estrategias de cuidado colectivo serán parte de la solución, en otras será imposible utilizarlas en determinados contextos. Adicionalmente, a veces los desafíos que perjudican el cuidado colectivo son internos, es decir, el poder circula nocivamente en entidades que reúnen seres humanos, incluidas las organizaciones feministas (lee “Perspectiva Práctica 3” para conocer más).

En este blog compartiremos algunas de las ideas emergentes sobre cómo llevar a la práctica tanto la asignación de fondos como la integración de las prácticas de cuidado colectivo en el trabajo interno y externo de los fondos de mujeres.

Cuatro Diversas Colaboraciones Impulsan Nuestras Reflexiones sobre Cuidado Colectivo 

Este blog comparte algunas de las lecciones aprendidas de las cuatro colaboraciones enfocadas en cuidado colectivo y sanación feminista: 

  • Los cuatro fondos de Urgent Action Funds (UAF-África, UAF-Asía & Pacífico, UAF-América Latina & El Caribe y UAF por el Activismo Feminista) se enfocaron en el aprendizaje y documentación de su trabajo interdependiente e independiente sobre cuidado colectivo, particularmente en la infraestructura de cuidado colectivo. 
  • El consorcio Liderando desde el Sur que reunió a African Women’s Development Fund, Fondo de Mujeres del Sur, International Indigenous Women’s Forum (FIMI) y Women’s Fund Asia, se enfocó en fortalecer sus propias prácticas y marcos en Monitoreo, Evaluación, Responsabilidad y Aprendizaje para el cuidado colectivo.  
  • La colaboración de Comunidades por el Cuidado Colectivo reunió a cinco fondos de mujeres globales y nacionales (Doria Feminist Fund, FRIDA | The Young Feminist Fund, Mongolian Women’s Fund, Tewa, and Women’s Fund Fiji), para revisar su trabajo de cuidado colectivo interno y con co-partes. 
  • FemFund (Poland), Women’s Fund Armenia y Women’s Fund en Georgia se juntaron en una colaboración enfocada en los espacios de sanación feministas virtuales y físicos.  

Reflexión Práctica 1: Reconocer la Agenda Política del Cuidado Colectivo 

Un punto de partida importante para cualquier trabajo que integra el cuidado colectivo en una organización, es reconocer que este es profundamente político e inherentemente contextual. Hay una agenda política que yace bajo estas prácticas: Implementar el cuidado colectivo contribuye a la transformación radical de nuestro mundo. De esta manera, es tanto un acto de resistencia como una estrategia de resistencia. Como dijo una de las co-partes:  

“El cuidado colectivo no solo es una práctica. Es una propuesta para imaginar una humanidad distinta y un mundo diferente. Se trata de ser un espacio colectivo, así las cosas sucedan de otro modo. Es un antídoto a la extracción, el capitalismo, imperialismo y colonialismo” (UAF-América Latina & El Caribe)

Este marco político reconoce que un marco de justicia sanadora es una herramienta para responder a las generaciones de violencia, daño y trauma causados por sistemas de opresión que se entrecruzan. Es importante destacar que esta visión nos ayuda a reconocer que algunos de los daños que surgen dentro de nuestros movimientos también deben entenderse en este contexto. FemFund (Polonia) reflexionó que la sanación feminista llega a los "sistemas subyacentes de opresión: Las causas del daño en las relaciones, entre los grupos y los individuos están muy a menudo enraizadas en el sistema opresor. Así que, si queremos transformarlo, tenemos que hacerlo transformando nuestras relaciones y aunando fuerzas por un futuro más justo."

Reflexión Práctica 2: Participar en la Política de Nombramiento y Formulación 

Desde el exterior, la importancia de nombrar y formular fue evidente. Tres de las cuatro colaboraciones de Fenomenal Funds formularon su trabajo utilizando el “cuidado colectivo”, y la cuarta colaboración utilizó “la sanación feminista”. Es importante reconocer el poder del nombrar y formular, pues siempre es político y yace dentro del contexto específico, las dinámicas de la producción de poder, apropiación, marginalización y elección. Es importante tomarse el tiempo de desvelar la procedencia y los matices de los términos en uso. El proceso, le permite a los individuos y a las organizaciones expandir y cuestionar su propio pensamiento, sentando las bases para el trabajo posterior. Pero no te quedes atascadx aquí. Si no puedes llegar a un acuerdo sobre una definición, intenta alcanzar algún tipo de entendimiento compartido sobre las intenciones y luego sigue adelante, llevándolo a la práctica mediante la exploración de estrategias. 

Reflexión Práctica 3: Aléjate del Autosacrificio y la Culpa

Desde su trabajo en un contexto de conflicto y violencia continua, Women’s Fund Armenia y Women’s Fund en Georgia mostraron interés en las conversaciones acerca de la culpa y el autosacrificio en el contexto de cuidado colectivo. Siguiendo con un enfoque participativo, para asignar recursos limitados para el cuidado colectivo, Women’s Fund Georgia direccionó el financiamiento a los grupos trabajando en fronteras con gran tensión. Reflexionaron que “grupos trabajando en la base se sorprendieron, no pensaban que era el momento de tomar tiempo para cuidarse. Se preocuparon porque las mujeres, niñas y las comunidades LGBTQ+ se apoyaban en ellas, por lo que querían darles los recursos a las comunidades con las que trabajaban. Se sintieron culpables de utilizar cualquier recurso en sí mismas”. Por esta razón, existe un imperativo de evolucionar el cuidado colectivo como una contribución para superar la culpa y el autosacrificio. En una de las discusiones de "Caring Activism" de Liderando desde el Sur, una participante expresó el cambio de la siguiente manera: “necesitamos alejarnos de la idea de ‘morir por la causa/morir por la revolución.’ Tenemos que vivir por la causa. Somos parte de los movimientos; tenemos el derecho de estar en un estado de bienestar, de hacer activismo alegre”.

Reflexión Práctica 4: Acoge los Matices Contextuales con Flexibilidad y Multidimensionalidad 

El cuidado colectivo es inherentemente contextual, lo que requiere de flexibilidad y multidimensionalidad en la práctica. A nivel práctico, esta acción inicia en el trabajo con un proceso de mapeo local, para asegurar el entendimiento contextualizado de los lenguajes, conceptos y costumbres del cuidado colectivo y las condiciones estructurales que formulan el trabajo activista. Este mapeo debe analizar las estructuras de opresión e interrogar las dinámicas de poder, que existen en las comunidades, pues los fondos de mujeres están para asegurar que su trabajo no refuerce la marginalización de grupos particulares de personas, ni para perpetuar la discriminación.  

Como un fondo de mujeres, es crítico que tu organización pueda construir flexibilidad en la financiación o en el acompañamiento del trabajo, que se hace en el cuidado colectivo. Esto asegura que el trabajo sea atento y cambie, cuando sea necesario. Por ejemplo, en los contextos de crisis de corto plazo, los fondos de mujeres ajustaron el alcance de las actividades que financiaron, desplazándose a necesidades más prácticas como el alimento, los suministros para salud reproductiva y espacios para reunión de activistas. La flexibilidad, también es crítica para permitir la respuesta de los fondos, para responder a las interconexiones de los asuntos de cuidado colectivo y asuntos generales de justicia social. UAF por el Activismo Feminista, lo ejemplificó con las personas indígenas y las comunidades de color. Ellxs saben que no pueden confiar en la policía o los complejos médicos industriales, para cuidar de ellxs. En su lugar, los fondos para mujeres están apoyando clínicas comunitarias o líneas de ayuda comunitarias como respuestas adecuadas al contexto.

También es importante reconocer que el cuidado colectivo es intrínsecamente multidimensional. Abarca el tiempo e integra una variedad de formas diferentes. Por ejemplo, FIMI fundamentó su enfoque del cuidado colectivo en las espiritualidades indígenas, conceptualizando el cuidado en referencia al pasado, el presente y el futuro. UAF-Asía & Pacífico habló de “crear y mantener espacios donde lxs activistas puedan sostenerse físicamente, financieramente y, de manera importante, emocionalmente y mentalmente.” También reflexionaron en la práctica del cuidado colectivo durante una crisis: “no solo se trata de abordar ciertas crisis, también de regenerarse después.” Compartieron un ejemplo de un jardín comunitario, creado para abordar la inseguridad alimentaria, pero que también ha funcionado como un espacio de risa, conexión y disfrute. 

Las UAF, también hicieron una importante distinción de las prácticas de cuidado en situaciones de gran peligro, como la guerra, pero también en situaciones de menor peligro: “Para aquellas personas directamente afectadas por el conflicto, el cuidado, a menudo, significa ser menos visible y más enfocado en sí mismx, con el objetivo de reducir la exposición al peligro”.

Reflexión Práctica 5: Valora el Tiempo y el Conocimiento de tus Colegas Mientras Contextualizas el Cuidado Colectivo  

Muchos fondos de mujeres están integrando el cuidado colectivo dentro de su trabajo en financiamiento y acompañamiento. Como lo mencionamos en “Reflexión Práctica 4”, el cuidado colectivo prospera cuando está contextualizado. Las perspectivas pueden reunirse, a través de conversaciones o métodos de recolección de datos más formales, mientras que las UAF señalaron la importancia de que estas contribuciones sean remuneradas. Y FIMI resaltó que la profundidad de la relación estaba relacionada con la profundidad de las discusiones al explorar estos temas con colegas del movimiento.

Reflexión Práctica 6: Reconoce Que la Infraestructura del Cuidado Colectivo Toma Muchas Formas 

El cuidado colectivo puede tomar muchas formas. Una comunidad puede necesitar un espacio permanente y físico, como aquellos ideados por la colaboración de Espacios Feministas de Sanación. Estos lugares proveerán acceso a feministas, alianzas con personas sanadoras y espacios para su acceso. Los espacios, también pueden ser temporales y reunir a activistas para aprender, dialogar y desarrollar estrategias en momentos particulares. Las co-partes de Women’s Fund Asia caracterizaron estas actividades como formas importantes de cuidado, validando el poder que viene del desarrollo colectivo de estrategias, para superar los desafíos y aumentar el éxito. Igualmente, la infraestructura de cuidado colectivo, también puede estar basada en la generación de conocimiento de movimiento. Esto puede tomar dos formas: uno, en la construcción de “colecciones” de prácticas de cuidado colectivo intra e interregional; y dos, creando espacios de aprendizaje, para reflexionar acerca de la evolución del cuidado colectivo. Es importante destacar que el acto de reunir estos espacios de aprendizaje también ha sido reconocido como una práctica de cuidado colectivo.

Reflexión Práctica 7: Involucrar a Quienes Practican la Sanación

La interacción con quienes practican la sanación fue un punto de coincidencia evidente en todos los proyectos. La colaboración Feminist Healing Spaces señaló la falta de sanadorxs feministas especializadxs en sus comunidades, y UAF-Africa destacó su reconocimiento de que “las perspectivas y la sabiduría de quienes practican la sanación han sido dejadas de lado en las conversaciones y las prácticas del cuidado. En respuesta a esto, los fondos hermanas empezaron a afianzar el trabajo con sanadorxs y ponerlxs en el centro del trabajo del cuidado, abriendo más espacio para materializar estas prácticas”. UAF Asía & Pacífico señaló la importancia de trabajar con sanadores que tienen orientaciones feministas “pues hay lentes políticos en este trabajo”, también hablaron de las complejidades de este trabajo en su región, donde quienes practican la sanación están muy conectadxs con las jerarquías y pueden estar en asociación con métodos médicos de sanación. 

Reflexión Práctica 8: Cambiar la Cultura Organizacional y las Dinámicas de Poder 

Como fondo de mujeres es importante recorrer lo dialogado. El cuidado colectivo no sólo es algo para integrar en el financiamiento y el acompañamiento. Es también un set de prácticas, para adoptar como parte de las propias prácticas de la organización. El trabajo interno de cuidado colectivo reside en una continua evolución. Las intervenciones iniciales centradas en lo interno podrían llevar a las organizaciones a:  

  • adoptar un marco de trabajo organizacional o una política sobre el cuidado colectivo y asignar un presupuesto de implementación (Women’s Fund Fiji señaló la importancia de los grupos de liderazgo en la gestión de los cambios culturales); o 
  • financiar acceso para los servicios de apoyo psicosocial, incrementando los beneficios médicos, introduciendo nuevos permisos enfocados en el cuidado o apoyando sesiones de cuidado colectivo basados en el lugar de trabajo.  

Con el tiempo, lxs participantes señalaron la importancia de enfocarse internamente en la evolución del trabajo. FemFund (Polonia) destacó que la sanación no es una “lista”; es un proceso apoyado del proceso de “desaprender” las viejas culturas organizacionales, e intencional en la internalización de una cultura específica de integración en la sanación en las prácticas de trabajo. Para el fondo, esto incluía hacer surgir tensiones organizacionales y luego trabajar con una persona facilitadora para emprender un proceso de sanación que describieron como verdaderamente transformador. Este “ajuste estructural” frente a las dinámicas de poder dentro de una organización es imprescindible. Ninguna organización está exenta de generar daño. Los fondos deberían abordar este trabajo con la expectativa de que podría generar cambios significativos en la práctica y la cultura organizacional. Esto podría implicar rediseñar los entornos laborales para que sean más inclusivos y sostenibles, garantizar un reconocimiento adecuado del trabajo realizado y brindar apoyo tanto al aprendizaje y crecimiento individual como organizacional. Como señaló el Fondo de Mujeres del Sur, este trabajo requiere tiempo y esfuerzo y no es sencillo. Además, cuando fracasa, puede resultar profundamente doloroso y generar una indignación, frustración y decepción legítimas.

Reflexión Práctica 9: Los Cambios de Mentalidad en Financiadores son Críticos

El cuidado colectivo requiere de financiamiento flexible, para permitirle a los fondos de mujeres y sus co-partes estar atentxs al contexto y cubrir las necesidades identificadas por lxs activistas, organizaciones y comunidades. El enfoque en Monitoreo, Evaluación, Rendición de Cuentas y Aprendizaje también requiere de flexibilidad: la insistencia de lxs financiadores en documentar “resultados tangibles, por ejemplo, pedir datos cuantitativos sobre personas que han “sanado”, puede ser contraproducente. La sanación no es lineal, es un viaje interseccional, transformador y relacional que puede ser muy difícil de representar en forma de porcentaje.

Reflexiones Finales: Recorrer lo Dialogado 

Una última advertencia. Esperamos que estas ideas prácticas te ofrezcan un camino útil para considerar cómo integrar el financiamiento del cuidado colectivo en tus acuerdos de colaboración y/o emprender tus propios experimentos con el cuidado colectivo. En el proceso, probablemente superarás y también no alcanzarás tus expectativas. Será fundamental encontrar la manera de aprender en comunidad de forma audaz y generosa, y mantener una rendición de cuentas rigurosa entre todas las partes. 

 

(1) Entre las Iniciativas de Colaboración, se utilizaron distintos términos. Tres de las cuatro colaboraciones usaron el término sombrilla “cuidado colectivo”, pero en sus discusiones, también se refirieron a “justicia sanadora” y “bienestar”. El cuarto utilizó los términos «sanación feminista»/«sanación conjunta». En este blog utilizaremos generalmente el término «cuidado colectivo», a menos que nos basemos en las opiniones de un fondo concreto o las citemos directamente, en cuyo caso utilizaremos el término específico.

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